Restos fósiles de las Encadenadas: Serían capas dérmicas
Lo dijo el arqueólogo Fernando Oliva, responsable de nuestra zona del Centro de Registro Arqueológico y Paleontológico de la Dirección Provincial de Preservación Patrimonial al ser consultado por Reflejos sobre los restos fósiles encontrados hace unos días atrás por el vecino Manuel Bros en la isla de la laguna las Encadenadas, donde se ubica el Club de Pesca y Turismo Pigüé.
Capas dérmicas
“En principio serían restos paleontológicos de megafauna extinta que vivió en nuestra pampa por dos o tres millones de años. Hay diferentes especies. Por las fotos que nos enviaron de las capas dérmicas del animal, esto nos podría indicar la presencia de una animal que vivió hace bastante tiempo en la región, lo cual es sumamente interesante y atractivo. Alguna de estas especies convivieron con el Hombre, cazador y recolector hace ocho, nueve y diez mil años en las pampas; pero hay algunas otras especies que tiene mucho más tiempo, incluso hasta dos o tres millones de años” señaló Oliva.
Restos fósiles hallados –
Al referirse a la fisonomía del animal al que podrían pertencer los restos, el arqueólogo explicó “Es como una mulita o un peludo pero mucho más grande que tienen las placa de estos animales pero mucho más grande y de otras formas que son características y cada forma indica la especie de qué se trata; entonces teniendo en cuenta esas placas, estamos hablando de animales que pueden ser de un metro de diámetro de grande hasta dos metros y medio o tres. Eso no se va a saber hasta que uno excave en el lugar.”
Restos fósiles encontrados
Respecto de la variedad de gliptodontes que habitaron esta zona, Fernando Oliva detalló “En términos biológicos no es que la mulita descienda de estos gliptodontes sino son parientes porque tienen antepasados en común. Algunas de estas especies se extinguieron en el tiempo por muchas causas: los ambientes cambiaron, con mayor pastizal u otro tipo de circunstancia, no fueron adaptados. Hay varias hipótesis sobre el tema, pero lo interesante es que vivieron en nuestro lugar e incluso algunos de ellos vivieron con los primeros grupos humanos que habitaron en estos lugares. Dentro de estos glipotodontes tenemos diferentes especies. Habría que ver a cuál corresponde.”
Diagnóstico en el lugar
Sobre los próximos pasos a dar para la preservación del lugar que garantice la investigación de los restos paleontológicos, el arqueólo Oviva anticipó “Estamos trabajando con la secretaría de cultura municipal para tratar de intervenir en el lugar, dar una mejor respuesta y evaluar si hay que extraerlo o dejarlo allí porque generalmente ocurre que a vece se extraen los restos y después quedan arrumbadas en algún galpón. Entonces la idea es hacer un proceso que tenga un principio y un fin para que la comunidad pueda aprovecharlo porque estas cuestiones también son educativas. Poner la mirada hacia el mismo lugar pero en una profundidad temporal hace que empecemos a ver otro tipo de cuestiones en el mismo espacio, respetando y valorándolo un poco más. Para esto sirve la arqueología y la paleontología” afirmó el profesional.
Yacimiento paleontológico delimitado por sogas.
“Mi idea es hacer una visita al lugar para realizar un diagnóstico y en base a eso definir qué se va a hacer: si se excava o se va a dejar en el lugar y de qué manera. Sea cual sea la decisión, creo que el distrito de Saavedra cuenta con diferentes lugares – como por ejemplo museos – en los que se podrían exhibir estos restos o se podrían dejar y armar un centro de interpretación en el lugar. Se me ocurren varias cosas pero independientemente de si se sacan o se dejan se puede también contar esta historia a través de carteles” opinó Oliva.
Valioso recurso patrimonial
Además, el arqueólogo subrayó la importancia de que toda la comunidad se comprometa en el cuidado de dichos restos, enfatizando que no son hallazgos comunes y permiten resignificar el lugar.
“Este es un recursos patrimonial no renovable. Muchas veces la gente cree que se saca una placa y se la lleva, total se excava, pero si se saca se rompe y nunca más lo recuperamos, porque para nosotros es muy improtante el contexto, el sedimento en donde está enterrado. No es lo mismo que después nos digan que estaba en tal o cual lugar, por eso articulamos con la municipalidad para que se coloquen carteles indicando la imporancia del lugar y que ya va a ser estudiado. Esto hay que cuidarlo entre todos porque este tipo de hallazgos, si bien no son únicos, tampoco se dan todos los días” finalizó Fernando Oliva.
Fotos del yacimiento: gentileza de Gino Ciarlantini. (Semanario Reflejos)