¿Se viene otro plan canje para automóviles?
En la década del ’90 el entonces presidente argentino Carlos Menem lanzó, en dos etapas diferentes, el denominado Plan Canje de autos, vehículos con más de diez años de antigüedad que en su mayoría iban a desguace y que se beneficiaban con un descuento por una unidad mucho más nueva o directamente un cero kilómetro.
Luego de un año muy complicado en ventas, la industria automotriz argentina planea nuevas alternativas y una de ellas sería un Plan Canje, según admitió ayer Daniel Herrero, titular de la
Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) y también presidente de Toyota Argentina.
«La industria automotriz está trabajando a pleno. Hemos incorporado trabajadores nuevos y estamos creciendo un 30% por encima del año pasado. Cuando la Argentina dialoga nos va bien, el presidente Alberto Fernández apoya el consenso y la idea es seguir creciendo, Argentina tiene un potencial muy grande, es un productor muy importante y en su momento el Plan Canje dio buen resultado. Habría que analizarlo bien pero no se descarta para nada», afirmó Herrero en medios de Capital Federal.
El empresario afirmó que hoy el sector automotriz está «con niveles de producción superiores a la prepandemia» y vaticinó un fuerte incremento de las exportaciones, luego de la firma del acuerdo con el Gobierno nacional y los gremios para rebajar las retenciones.
Detalles.
El segundo Plan Canje de autos lanzado por Menem en mayo del ’99 tenía los siguientes requisitos: era para reemplazar vehículos con más de diez años de antigüedad por unidades 0 km de fabricación nacional o usados nacionales o importados. No era necesario que el vehículo entregado esté en funcionamiento, pero debía cumplir con normas de integridad y protección del medio ambiente.
Todos los vehículos entregados debían pasar una verificación técnica. La mayoría de las unidades canjeadas iban a desguace. Si el auto se entregaba en un concesionario oficial no se aplicaban gastos de flete ni de desguace.
Con el canje se podía comprar un automóvil familiar, utilitarios pequeños, camiones y vehículos de pasajeros, sean nacionales o importados. El vendedor recibía un «certificado» de canje y con ese «cheque» podía comprar un 0 km en concesionaria o un usado.
El Gobierno al mismo tiempo redujo los costos de IVA y patentamientos por 120 días. El descuento era de $ 4.000 por un auto, $ 6.000 por un utilitario y $ 18.000 por un camión.
Con el certificado de un automóvil liviano familiar sólo se podía comprar uno similar. Si se obtenía un certificado por un utilitario, sólo se podía comprar un utilitario. Lo mismo con los pesados. La falta de pago de patentes o multas no impedía la entrega del «certificado». La deuda quedaba a nombre del dueño y podía ser exigible por el distrito acreedor.
El «certificado» se podía endosar hasta dos veces. Si era destinado a un usado nacional o importado el precio del descuento se negociaba entre comprador y vendedor.
Los que tenía «certificados» del Plan Canje I, el de 1995, podían cambiarlos por un bono para comprar otro vehículo.
A favor.
Algunos concesionarios locales consultados ayer aseguraron desconocer detalles de un posible plan en ese sentido aunque no mostraron reparos en caso de que sea lanzado al mercado. «Podría ser una buena alternativa, lo tendrá que estudiar bien a fondo el gobierno y las automotrices pero ese tipo de medidas siempre son bien recibidas por los consumidores», comentó un representante del sector.
El Gobierno nacional formalizó esta semana la decisión de que las exportaciones incrementales de las terminales automotrices, es decir las que este año superen los niveles de 2020, no pagarán retenciones.
La medida es parte del esquema de incentivo acordado por el Gobierno con Adefa, lo que resultará de alto impacto para el sector que destina a los mercados externos más del 50 % de su producción.
La industria automotriz es una de las principales ramas del sector manufacturero local: genera cerca de 130.000 empleos privados registrados, representa alrededor del 7% del PBI industrial y exporta a 50 países por u$s4.500 millones, más del 50% de su producción, representando el 35% del total de las exportaciones de manufactura industrial del país.