La Armada Argentina reconoció que, por las «graves anomalías» que presentaba, el submarino ARA San Juan no debió ser autorizado a zarpar antes de su desaparición.
La información se desprende de un sumario interno de la fuerza, en el que se asegura que el buque fue erróneamente autorizado a salir al mar pese a las deficiencias técnicas y operativas que presentaba.
«El señor Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo y el señor Comandante de la Fuerza de Submarinos, Capitán de Navío Claudio Javier Villamide, revisten la condición de presuntos infractores por arriesgar la integridad física de sus subordinados, sin necesidad evidente, y por actuar con negligencia/imprudencia notoria y grave al no impedir que el Submarino ARA San Juan navegase con posterioridad a las severas anomalías detectadas», dice el documento, que les apunta directamente a los dos oficiales superiores que estaban a cargo de la navegación del buque desaparecido el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo.
El sumario, de 15 carillas, que fue publicado por el portal Infobae, lleva el membrete del Estado Mayor General de la Armada y fue refrendado el 7 de diciembre de 2017 (22 días después de la desaparición del San Juan) por el ex titular de la fuerza, Almirante Marcelo Srur, quien designó a dos auditores para realizar la investigación.
El 21 de diciembre, cinco días después de su publicación interna, el ministro de Defensa Oscar Aguad dispuso el pase a disponibilidad de siete oficiales, entre ellos López Mazzeo y Villamide. Ninguno de los dos fue imputado en la causa judicial por la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yáñez, aunque su situación judicial podría empezar a complicarse.
Las principales fallas del submarino desaparecido tendrían que ver con el snorkel, por donde terminó ingresando agua, con algunos paneles de baterías que quedaron fuera de servicio y con una presunta pérdida de aceite.
Fuente: Clarín