El submarino iba rumbo a Mar del Plata cuando perdió contacto con la Armada el pasado 15 de noviembre. A bordo iban 44 submarinistas, entre ellos una mujer. ¿En qué estado se encuentra la investigación?
A cuatro meses de su desaparición, el Gobierno y la Justicia aún no tienen respuestas sobre el paradero del submarino ARA San Juan ni de sus 44 tripulantes, mientras que sus familiares siguen reclamando que no se abandone la búsqueda.
Lejos quedó ese operativo, tanto aéreo como marítimo, sin precedentes que comenzó a los pocos días de su desaparición y que incluyó la ayuda de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Brasil, Chile, Uruguay, Perú y Colombia.
La pérdida de contacto con la nave desató un tenso clima de incriminacionesdentro de la cúpula de la fuerza, donde oficiales de distinto rango se señalaron por negligencia y ocultamiento de datos.
El temor a terminar detenidos derivó en que los tres más altos mandos de la fuerza naval (Marcelo Srur, extitular de la Armada; Luis López Mazzeo, comandante de Adiestramiento y Alistamiento; y Claudio Villamide, comandante de la Fuerza de Submarinos) cruzaran acusaciones.
Esas acusaciones fueron volcadas en documentos calificados de «secretos» o «confidenciales». En ellos, hay denuncias sobre una supuesta adulteración de actas y filtraciones de comunicaciones hasta la supuesta intervención de teléfonos para eliminar mensajes enviados o recibidos por WhatsApp.
Este miércoles, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dio a conocer un informe confidencial de la Armada, datado el 30 de noviembre de 2017. El documento indica que «se recibió información de tres fuentes diferentes de organismos internacionales que dan cuenta de una anomalía hidroacústica en proximidades de la última posición conocida del submarino San Juan».
Hasta ahora, se conocía que la explosión había sido registrada por laOrganización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, con sede en Viena, y por un informe del analista Bruce Rule, de la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos, que reveló que el submarino colapsó en menos de un segundo.
La tercera fuente podría ser de la armada de Gran Bretaña, que también habría detectado una explosión, en forma coincidente con los otros dos registros.
En el caso de confirmarse esa versión, su impacto político y militar sería muy grande. Es que ese registro habría sido obtenido en áreas próximas a la zona de Malvinas, que Argentina disputa con Gran Bretaña.
La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que investiga la desaparición del ARA San Juan, escuchará a partir de la semana próxima los testimonios de jefes de la Armada.
Mientras tanto, los familiares de los tripulantes volverán a reclamar esta tarde, con una marcha en Mar del Plata, que no se detenga la búsqueda. Lo cierto es que a cuatro meses de la desaparición sólo queda un buque internacional participando del operativo.
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, confirmó que en el operativo «hay cinco buques involucrados, cuatro argentinos y el Yantar ruso». «De los cuatro argentinos, hay dos corbetas con sonar de casco haciendo el barrido del fondo, un aviso que tiene a bordo el (vehículo submarino operado remotamente) Panther Plus, y un buque logístico, que es el San Blas, que tuvo que ir a Ushuaia y en algún momento va a volver a la zona de búsqueda», añadió.