Son dos los casos fatales por fiebre amarilla contraída en Brasil

La Argentina registró los primeros casos fatales de fiebre amarilla, luego de la muerte de dos personas que habían contraído el virus en Brasil. Hay otras cinco casos que están internados. 

Dos personas de 69 años fallecieron en la Argentina luego de contraer la fiebre amarilla en Brasil. Uno de ellos residía en Río Negro, aunque fue atendido en Neuquén y otro en Lanús, que fue atendido en un centro privado de la Provincia.

Seis de los siete casos tienen el antecedente común de haber visitado Isla Grande en Río de Janeiro (además de otros destinos de ese país) y uno Ouro Preto en el estado de Minas Gerais.

El último Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud indicó que ninguno había recibido la vacuna contra la fiebre amarilla. «Todos los casos que tenemos confirmados, dentro de un cúmulo de casos que tiene un cuadro febril y que son estudiados, fueron por no vacunarse. Les dio fiaca hacer la fila o pensaron que no les iba a pasar, no es que no pudieron acceder», indicó la doctora Patricia Angeleri, directora nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud a La Nación.

Angeleri solicitó a todos los argentinos que viajen que se vacunen, por más que ya hayan visitado el país vecino en otras ocasiones y no hayan sufrido enfermedades. «Lo que ocurre en Brasil no es común. Puede pasar que una persona que viaja siempre piense que como nunca le pasó, no le va a pasar, pero desde el año pasado comenzó una secuencia de casos que preocupa que fue en aumento y sigue este año», explicó.

En Brasil, entre el 1 de julio de 2017 y el 13 de marzo de 2018 se notificaron 920 casos humanos confirmados de fiebre amarilla, incluidos 300 fallecidos, cifra superior a lo reportado en el mismo periodo del año anterior (610 casos confirmados con 196 fallecidos).

Una de las víctimas era oriunda de Cipolletti (Río Negro) y viajó a Brasil el 1 de marzo vía Chile. Estuvo en Río de Janeiro y en el noreste. A su regreso al país, el 14 de marzo, el hombre comenzó a evidenciar un cuadro de fiebre y dolores en el cuerpo. Su cuadro empeoró días más tarde y fue internado en Neuquén.

El cipoleño no había sido vacunado contra la fiebre amarilla previo a su viaje porque en un vacunatorio local le indicaron que por su edad, no era necesario e incluso había contraindicaciones.

«El cuadro viral progresó rápidamente y el estado de salud se agravó causando una falla multiorgánica propia de la fiebre amarilla», dijo la funcionaria de Salud y confirmó que el paciente no tenía problemas de salud previos y era una persona sana y deportista.

El Ministerio de Salud provincial recomendó en enero la vacunación a los viajeros que visiten áreas de riesgo en Brasil y dispuso de vacunatorios para hacerlo con diez días de anticipación al viaje.

Trasplante de hígado

Un joven de 25 años que había viajado a Brasil en crucero se contagió fiebre amarilla y tuvo que ser sometido a un trasplante hepático a su regreso a Buenos Aires. A pesar de recibir el hígado de un joven que había muerto en un accidente de tránsito, se encuentra en grave estado aunque mejorando.

El joven empezó a sentir síntomas compatibles con la enfermedad, como fiebre alta y la coloración amarilla característica de esta patología y luego de hacerse un chequeo en un centro de salud privado y tras detectarse la enfermedad, fue derivado al Sanatorio de la Trinidad.

Quiénes deben vacunarse

La vacuna está contraindicada en menores de seis meses, embarazadas, personas con alteraciones del sistema inmune y otras patologías. Según se informó desde el organismo sanitario «se debe tener precaución especial con los niños entre 6 y 9 meses de edad, adultos mayores de 60 años de edad, VIH asintomáticos y lactancia, por lo que en estos casos se recomienda evaluar el riesgo-beneficio de la vacunación bajo asesoramiento médico».

Los síntomas del contagio de fiebre amarilla se generan cinco días después de la picadura del mosquito, con un cuadro viral de origen inespecífico y con sintomatologías que van desde cansancio a dolor de cabeza y nauseas. (Fuente: La Nación)

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