Seis cadetes denunciados tras la muerte en el entrenamiento de La Rioja

La familia de Emanuel Garay (18), el ingresante de la Policía de la Rioja que murió tras ser sometido a un brutal entrenamiento, denunció a seis cadetes de 2° y 3° año que habrían participado de los sometimientos. 

La investigación ya tiene ocho detenidos: cuatro comisarios y cuatro instructores, acusados por homicidio. Sin embargo, la familia asegura que los cadetes de los años superiores fueron los ejecutores de las torturas ordenadas por sus jefe.

«Los dictámenes médicos son contundentes. El comportamiento de los policías produce una deshidratación, después una insuficiencia renal y como consecuencia una falla orgánica que terminó con la muerte del cadete Garay», explicó a TN José Azcurra, abogado de la familia de la víctima.

El abogado remarcó que el trágico final pudo haberse evitado. «No se han tomado cartas en el asunto. Esto era algo conocido. En la parte posterior hay una cancha de básquet que se conoce como la sartén, por las altas temperaturas. Los tenían horas de plantón bajo el sol y los han hecho arrastrar. Hay mujeres con pechos quemados», relató.

Despedida y reclamo de justicia

Familiares, amigos y vecinos de Portezuelo, localidades vecinas y de la capital riojana despidieron el domingo a Emanuel Garay y reclamaron justicia por la muerte del joven.

El joven de 18 años fue sepultado en su pueblo natal -a 173 kilómetros al sur de la ciudad capital provincial- acompañado por cientos de personas entre las que se encontraban el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Delfor Brizuela, y el ministro de Educación a cargo de la cartera de Gobierno, Juan Luna.

Adrián, uno de los hermanos de la víctima, expresó: «Todos sabemos lo que le pasó a Emanuel, recibió una instrucción salvaje, inhumana, que le costó la vida. Nos parte el alma saber que llegó con una buena intención y ese mismo día murió su sueño».

El joven cuestionó a la fuerza policial. «Esta gente no conoce el valor de la vida, nos duele la indiferencia por la vida. A mi hermano, cuando cayó, no le brindaron ni siquiera los primeros auxilios, lo abandonaron durante media hora bajo el sol», reclamó.

Garay había sido internado el lunes, luego de pasar por el primer día de instrucción en la Escuela de Cadetes, junto a otros 11 alumnos que terminaron con graves cuadros de salud.

Según determinó la autopsia, el joven sufrió un severo cuadro de deshidratación que provocó la parálisis del funcionamiento de varios de sus órganos. Murió el sábado, tras varios días de agonía.

El fiscal general de La Rioja, Hugo Montivero ya había informado a Télam que a partir de una serie de denuncias recibidas el sábado identificaron a un grupo de cinco cadetes de grados superiores, de segundo y tercer año, que son investigados por su presunta participación en los hechos.

Según detalló el funcionario a la prensa, estos cadetes «colaboraron y participaron de algunas de las maniobras» investigadas. Sin embargo, hasta el momento los ocho detenidos son quienes estaban a cargo de la instrucción.

Respecto a lo ocurrido con las víctimas, el fiscal general consideró que «en una situación adversa», debido a «las altas temperaturas», hubo una «desproporcionada exigencia física» y que a las víctimas «se les negó líquido» para hidratarse.

Entre los otros cadetes heridos, el más comprometido es Luis Oropel (25), quien fue derivado a un hospital de alta complejidad de Córdoba por su delicado estado de salud.

La muerte de Garay generó una fuerte conmoción en La Rioja y provocó cambios en el Gabinete provincial: el gobernador Sergio Casas echó al secretario de Seguridad y designó un nuevo jefe policial. (Clarín.com)

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